lunes, 20 de abril de 2009

Enfrentando m i e d o s .~



Era un cuarto oscuro, totalmente extraño. Alguien estaba a mi lado, sentía su respiro muy cerca. Bruscamente, me gire hacia la izquierda, pero no había nadie y el miedo se apoderaba poco a poco de mi. De pronto un leve rayo de luz cruzó por un pequeño espacio de la ventana e ilumino el espacioso cuarto en el que me encontraba, que por cierto, no me era para nada familiar. Frente a mi había un espejo con bordes de bronce - muy hermoso por lo demás -. Me acerqué de forma cautelosa hacia él y divisé en la parte de atrás un pequeño velador, y sobre él una caja de madera. Con curiosidad, caminé hacia ella. Me senté sobre la cama - que se encontraba al lado- tome la caja, y la abrí con una expresión de ansiedad. Había un sobre muy desgastado por el pasar del tiempo, lo soplé para sacar el polvo que lo cubría. Al momento de abrirlo, mi expresión se volvió tensa y la angustia se apodero de mí. El sobre contenía una fotografía de una mujer sentada en un parque, cuando la observe detalladamente se me hizo más familiar, la volteé y vi mi nombre escrito atrás. Era de unos años más adelante, no entendía lo que pasaba- ¿porque sucedía esto?-. Puse mis manos sobre mi cara, seque mis lagrimas y tome nuevamente la foto, y me di cuenta de un detalle escalofriante. Detrás de mi había un hombre aparentemente muy joven, su figura era totalmente desconocida y distorsionada, su rostro se podía observar más claramente, su expresión era de dureza. Me levanté rápidamente de la cama y tiré aquella imagen bruscamente. Miré hacia todos los lados para encontrar una salida, quede parada justo frente al espejo. De repente, al moverme, alguien se afirmó de mi hombro. Cautelosa observé el espejo, tomé aire, me armé de valor y giré. Encontré frente a mi ha aquel chico de la fotografía. Su rostro era frío e inexpresivo, debía tener unos 18 años. Lo miré fijamente, e interiormente conté hasta tres para salir corriendo, pero tomó de mi brazo con gran fuerza. Y de pronto divisé en su mano izquierda un cuchillo, lo observé aterrada, y luego cerré los ojos esperando mi final, grité lo más fuerte que pude, abrí los ojos y no había nadie. Ahí estaba yo sentada en mi cama, con el rostro lleno de lagrimas, respiré y dije: "es solo un sueño, solo un mal sueño".

5 comentarios:

  1. Buena Luisa... esta buenísima la historia... :P

    besos, te quiero, nos vemos en la U.

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  2. esta excelente tu historia, deberías hacer una película o una mini-serie
    saludos!!!!

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  3. Me encantó tu historia, sigue escribiendo más capítulos de tu pequeña novela. Cuídate mucho, nos vemos :)

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  4. cuidado que puede ser el lobo feroz y a lo mejor esta disfrazado: de ingeniero, de chocolate, de moai o de oso.
    XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

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